El Control de las Masas y el lavado de Cerebro
A través de todo el Siglo XX y en las ultimas décadas se emplearon programas secretos de control de masas, con cierta premeditación, concertada científicamente, algunas veces desde el laboratorio psico-social Tavistock, donde científicos sociales elaboraron métodos de alienación con el cual lograron inducir a las sociedades de consumo, además de influenciar en el surgimiento del fenómeno social de la drogadicción, con el cual se extraviaron generaciones enteras de drogadictos, todo esto con una particular intensión, la de neutralizar a los pueblos, limitando su desarrollo y en algunas ocasiones provocar caos social, con estos negros designios, continúan hoy, alienando a millones de personas, porque así finalmente quizás puedan conseguir la dominación total sobre la humanidad.
¿Qué es el Instituto Tavistock?; ¿ Quiénes lo Financian, cuáles son sus propósitos? ; ¿Cuáles son sus planes, y cómo ha influenciado en el comportamiento social de las ultimas generaciones y sobre todo en los jóvenes?. A través de este vídeo Ud. obtendrá respuestas que probablemente le sorprenderán.
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Le invitamos a verlo con detenimiento, mente amplia y fértil.
Ahora bien, usted ha obtenido una valiosa información, la cual le servirá para entender el cómo y por qué una élite mundial ha conseguido hacerse con la mayor parte de las riquezas del planeta. No podemos seguir profundizando sobre el tema del Control de las masas, sin llegar a entender: ¿Qué es la Alienación?. Compartiremos seguidamente con ustedes una recopilación de conceptos sobre la alienación y nos acercaremos más claramente sobre este tema. Además es importante para nuestra teoría revolucionaria e ideológica, para estar atento a las situaciones que siguen siendo comunes y naturales para los que viven en función del capitalismo y que aun lo tenemos alrededor y dentro de nosotros. Sabemos también que la guerra de cuarta generación es un hecho cierto, esa guerra mediática y psicológica nace de una fuente estudiada científicamente, cuenta con un Instituto y laboratorio exitoso, cuyos métodos (ya vistos en el vídeo de Tavistock), han surtido efecto en nuestra población.
Las citas siguientes, es una recopilación del concepto con referencias y enlaces automáticos que le permitirán ampliar su investigación. Se dejo tal como lo sirve la web, para hacerlo más comprometido con los autores.
Alienación (s. f.)
1 Alteración temporal o permanente de
la razón y de los sentidos: el abuelo sufre una alienación preocupante.
2 Pérdida de la personalidad, la identidad o las
ideas propias de una persona o de un colectivo debido a la influencia o dominación
de otra u otras: la alienación que provoca la publicidad consumista.
Alienación
f. Acción y efecto de alienar.
filos. El término aparece en
los economistas ingleses para denominar la enajenación de la mercancía y, en
Rousseau, para designar la pérdida de libertad originaria en favor de la
sociedad nacida del contrato social. La acuñación filosófica del concepto se
debe a Hegel. Marx sitúa el origen de la alienación en la economía.
(Patol). Término genérico que
comprende todos los trastornos mentales, así temporales como permanentes.
(sociol). Dependencia del individuo respecto a
determinados aspectos de la sociedad, de forma que su relación directa con los
productos de su trabajo y la posibilidad de control sobre estos tienden a
desaparecer
El
término alienación se emplea en distintos sentidos en diversas
disciplinas, como la Medicina, la Psicología,
la Religión,
la Filosofía,
la Sociología
o las Ciencias Políticas. La idea común a los diversos
conceptos de alienación hace referencia a algo «ajeno» a sí mismo que el
sujeto ya no controla, un bien que se vende, o un «yo» que se extraña.
Etimológicamente,
deriva del latín
ălĭēnātĭo, ōnis: alejamiento, privación, procedente a su vez del
adjetivo ălĭēnus: propio de otro, extraño a uno, ajeno.
El concepto de alienación ha ido
cambiando con el tiempo.
Para Tomás
de Aquino (c.1224-1274) la alienación es la posesión del cuerpo del hombre
por el demonio y la libertad es anterior a su
alienación por el demonio posesor. En la Edad Media
el demonio está ligado sólo a la carne por lo que el fuego libera al espíritu
de su cuerpo poseído. Se trataría de un fenómeno que anula el libre
albedrío del individuo. 4 Tomás de Aquino atribuye ciertas alienaciones
mentales a lesiones orgánicas, de las que se sigue un impedimento para el
perfecto uso de la razón. 5
Para la teología,
y más en particular para la cristología,
el término latino alienatio traduciría el griego κένωσις:
«vaciamiento», kénosis o vaciamiento de la propia voluntad para llenarse de
la voluntad de Dios, para ser completamente receptivo de su voluntad. Esto
tiene que ver con el mismo concepto de religión o
religación.
Para la medicina,
designa la alienación mental, una patología psiquiátrica o «trastorno
intelectual, tanto temporal o accidental como permanente». 3
Para la psicología,
se trata de un estado mental que se caracteriza «por una pérdida del
sentimiento de la propia identidad», esto es, de la autoconciencia
o auto-referencialidad, pues la identidad o ego sería la facultad de
considerarse uno ajeno del mundo o de la realidad en sentido absoluto. 3
Para el psicoanálisis
la alienación no presupone necesariamente patología mental. Puede ocurrir tanto
en sujetos aparentemente sanos como en personas afectadas por una patología
mental. La mayoría de los individuos puede llegar a un estado de alienación
mental bajo ciertas condiciones extremas. A diferencia de la psicosis en la
cual el individuo sustituye la realidad por un delirio, en el estado de
alienación el individuo sustituye la realidad vivida por el discurso de otro. 6
Para la filosofía,
el concepto nace en El contrato social de Rousseau y se
desarrolla en particular en la obra de los filósofos alemanes Hegel y sus
discípulos Feuerbach
y Marx, en los que
el término alienación se traduce por dos vocablos, Entfremdung ("extrañación",
"distanciamiento") y Entäuserung
o Entäußerung ("desapropiación", "cosificación"
o "reificación") 7
Para la sociología,
según Alain Touraine se distinguen varias alienaciones,
especialmente la alienación económica y la alienación tecnocrática,
separables de la alienación burocrática y de la alienación política. 1 Distintos autores hablan de una alienación
subjetiva (estado mental) y de una alienación objetiva (trabajo). 8
- Alienación como enajenación mental
- Alienación como enfermedad mental
- Alienación como locura
- Alienación política
- Alienación económica
Alienación
subjetiva (Pinel)
La Ilustración
trajo consigo la posibilidad de combatir la ignorancia, la superstición y la
tiranía, con el fin de construir un mundo mejor, y la publicación, en 1800, del
«Traité médico-philosophique sur l'aliénation mentale ou la manie» (Tratado
médico-filosófico sobre la alienación mental o la manía), del pionero en la
salud mental y, junto con Alexander Crichton, de la psicopatología
moderna, Philippe Pinel (1745-1826), famoso por su «traitement
moral» 9 y por «le geste de Pinel», en el cual
quitó las cadenas a los enfermos mentales del Hospital de la Pitié-Salpêtrière,
fue fundamental en el nacimiento de la psiquiatría
e influenciaría asimismo a Hegel. 10
Aulagnier
Para la psicoanalista Piera Aulagnier, la alienación
mental es un concepto que sólo es pensable para un observador externo, en tanto
que el sujeto alienado en su pensamiento desconoce totalmente lo que le sucede. 6
Esta alteración implica encuentro de
dos individuos: uno con deseos de alienar y otro cuyos pensamientos son
alienados o alienables, ambos con deseos de aniquilar al pensamiento que está
presente en uno y otro. Los objetivos son:
- Exclusión de toda duda del conflicto intra-psíquico.
- Reducción mínima del sufrimiento psíquico que
transfiere al Yo
dicho conflicto, para:
- Encontrar la certeza de quién es el Yo
- Abolir conflictos entre el identificante y el
identificado.
Por ello, para el psicoanálisis,
la alienación es una patología de la idealización y de la identificación.
La alienación también puede ser
social y suceder porque el sujeto esté inmerso en un sistema de poder social
que le impida pensar libremente acerca de ese sistema o de la posición del
individuo con respecto a ese poder y sus referencias identificadoras. La
prohibición de pensar libremente amenaza, «de muerte», al raciocinio
del ente humano, que ni siquiera puede reflexionar de sí mismo su conversión a
esclavo al servicio del poder. Se trata de un individuo objetualizado por otro,
cosificado
por —e instrumento— del otro, sin derecho al pensamiento, ni a la palabra.
Se des-catectiza toda actividad del
pensamiento. El individuo no puede preservar puntos de referencia identificatorios. Entonces el sujeto
catectiza
un discurso que piensa por él, decide por él y quién es Yo, le impone sus ideales y
borra toda vivencia nombrable y perceptible de lo que está viviendo. De esta
manera la alienación produce una idealización de la fuerza alienante. 6
Es siempre en nombre de «una buena
causa» que el sujeto se aliena, enajena su pensamiento. El adepto, combatiente
o partidario de una causa atribuye a la fuerza alienante el poder de garantizar
la verdad de dicha causa. Se produce una idealización masiva de la función
alienante. Por ello se trata de una patología de la idealización. Si se anula
el pensamiento es por un buen motivo.
La alienación es el límite extremo
que puede alcanzar el Yo
en la realización de su deseo de no sufrimiento. Culmina en muerte del
pensamiento propio.
Suele ocurrir que la fuerza
alienante o alienadora lleve a cabo su acción mediante una teoría, que puede
ser religiosa, política, ideológica, científica o de cualquier índole, cuyo
autor haya sido un líder ya fallecido. El individuo alienado puede alienar su
pensamiento tanto por una ideología partidaria minoritaria, de un grupúsculo,
como por una ideología dominante mayoritaria compartida por la sociedad. Esto
se logra porque entre el líder y los individuos circulan un poder de muerte. 6
Cualquier vecino puede ser delator.
Cada individuo posee poder de denunciar a otro, y por ello un poder de condena
a muerte de cualquiera que piense diferente. La relación perseguido-perseguidora
es circular: el perseguido puede convertirse en cualquier momento en
perseguidor. El terror acechante impone una ruptura de la posibilidad de pensar
o cuestionar al poder mismo.
El sujeto está obligado a negar
tanto la realidad de lo que sucede como cualquier interpretación personal de lo
sucedido. Se le impone al Yo
del sujeto la exclusión de lo que podría ver. El individuo ya no puede
considerar al poder como perseguidor porque necesita sobrevivir y no
cuestionarlo. El terror a la muerte se convierte en amenaza de todo lo que el Yo podría pensar, defunción
del pensamiento propio del Yo,
otro piensa y decide por él. Ni siquiera es consciente de ello. Se niegan la
realidad y la posibilidad de pensar la realidad. 6
El Yo evita pensar la
realidad, tanto externa como psíquica, que padece como consecuencia del terror.
Entonces atribuye un valor de certeza al discurso de la fuerza alienadora. La
supremacía de la verdad del argumento dominante es incuestionable, modalidad extrema de
idealización de la sapiencia del alienador. En la psicosis el
individuo sustituye la realidad por una fantasía, por un delirio. En el estado
de alienación el individuo sustituye la realidad vivida por el discurso del
otro.
Es el líder quien transmuta y define
la realidad, lo cual aporta a los sujetos alienados la sensación de que poseen
una «verdad» compartida, pero incuestionable, que los ubica entre los «elegidos»,
quienes «por su bien» deben imponer esa «verdad» a los demás.
Cuando se trata del poder político
dominante de la época e impera el terror, pocos individuos logran escapar a
esta alienación. 6
Foucault
Según Michel
Foucault el siglo XVIII inaugura la idea de la posibilidad de la
desaparición de las facultades más altas del hombre y en el siglo XIX surge el
concepto de enfermedad mental. Alienación mental no debe confundirse con
alienación social, ni se debe identificar al conflicto psicológico con las
contradicciones históricas del medio. Para él la alienación social es la
condición de la alienación mental, es la condición misma de la enfermedad
mental. La alienación mental es una consecuencia mítica de la alienación
social. Pretender desligar al hombre alienado de sus condiciones de existencia
es mantenerlo en su existencia de alienado. La psicología, como toda ciencia
del hombre, debe tener por finalidad desalienar al hombre. 4
El hombre alienado se siente a sí
mismo como un extraño porque la sociedad no lo reconoce, porque la sociedad no
se reconoce en su enfermedad y lo excluye.
Con la revolución burguesa se define
la humanidad por su libertad y su igualdad. El hombre ya no es siervo, vasallo
o esclavo, sino un ciudadano libre con plenos derechos. Sin embargo, para los
enfermos mentales la libertad es vana y la igualdad carece de todo significado
o sentido. El alienado es la prueba viviente de que, a pesar de ser un
ciudadano libre, el hombre puede encontrar la manera de perder esa libertad. El
hombre encuentra condiciones que suprimen su libertad y su igualdad demostrando
que la sociedad burguesa no está hecha a la medida del hombre real concreto,
poniendo en conflicto la idea unitaria que se hace del mismo.
Si, para el cristianismo de la Edad Media,
la alienación era la posesión del cuerpo del hombre por el demonio, después del
Renacimiento
la alienación representa la abolición de la libertad. El alienado ya no será un
poseído sino un desposeído: la alienación es una
privación.
Para Foucault alienación es sinónimo
de enfermedad mental. El alienado se siente a sí mismo como un extraño y
denuncia la confiscación de su voluntad y de su pensamiento. El alienado mental
es aquel que ha perdido el uso de las libertades que le ha conferido la revolución
burguesa. Es por eso que su voluntad puede ser sustituida por la voluntad
abusiva de un tercero, es decir que su voluntad es anulada. Otro puede ejercer
sus derechos y gozar de sus bienes en su lugar.
Para Foucault esta alienación
psicológica no es más que la consecuencia de las contradicciones sociales
mismas en las que el hombre está históricamente alienado. Estas mismas
contradicciones de la sociedad burguesa constituyen la alienación social. 4
Alienación
objetiva
El concepto de alienación social ha
estado presente en muchos debates filosóficos. Así, John Locke
(1632-1704) refiere a los «derechos inalienables» como esenciales para
la propia existencia de los ciudadanos 11 y Hegel (1770-1831) formula algunas breves indicaciones en
relación al sentido psiquiátrico del término pero también toma en cuenta la
función del Estado con respecto a la alienación, ya que el Estado es el
mediador entre la alienante sociedad civil y el espíritu absoluto. Extrañamiento
no es exactamente lo mismo que alienación. Hegel expone los momentos
constitutivos del trabajo alienado en su tratado sobre «Filosofía del
derecho». El estado efectúa una mediación que podría permitirle devolverle
el concepto al espíritu extrañado por la alienación de la sociedad civil. Su
idea de alienación remite al marco religioso y metafísico.
Hegel
Para Hegel alienación es el momento
de desgarrarse, en cambio, extrañamiento se refiere al momento de comenzar a
adelantarse en sí mismo. 8 La confusión deriva de que Hegel y Marx
traducen el concepto de alienación con dos palabras, como Entfremdung, es decir,
extrañación, y como Entäuserung, esto es, como desapropiación. 12
Fichte
En cambio el Yo trascendental de Johann Gottlieb Fichte (1762-1814) pasa por
un momento de extrañamiento que es alienación. Para Fichte extrañamiento y
alienación son sinónimos.
Marx
Artículo principal: Teoría marxista de la alienación
Hegel tuvo una gran influencia en la
teoría de la alienación de Karl Marx (1818-1883), quien profundiza en este concepto,
sobre todo, en sus Manuscritos
económico-filosóficos (1844).
Marx se apoya en una antropología
del hombre total y tiene una gran presencia en la filosofía contemporánea,
especialmente en la oposición entre Ser y Tener. 13
Para Marx el capitalista compra con
dinero el trabajo
de los demás y los obreros cambian la fuerza de trabajo, es decir, su
mercancía, por la mercancía del capitalista, es decir, la paga o salario. La
fuerza de trabajo para el obrero es su actividad vital que le asegura los
medios necesarios para subsistir. El obrero es libre de cambiar de capitalista,
es libre de trabajar, pero no puede desprenderse de la clase de los
capitalistas, a quienes se ha alquilado, sin renunciar a su existencia misma. 14
El trabajador no recoge el valor de
lo que produce, es decir, la plusvalía,
y esta explotación lo priva de sus herramientas artesanales. Por causa de esta división del trabajo ignora lo que está
produciendo y eso significa que está alienado. Este desconocimiento es la
alienación para Marx. 11
Marx estudia la alienación del
producto del trabajo considerando que cuanto más se sumerge el obrero en su
trabajo más extraño se le vuelve el mundo y menos dueño es de sí mismo. El
trabajador siente que su trabajo no le pertenece. Esta es la alienación
económica que genera alienación política y es la causa de la alienación
religiosa. 15
Alienación
El Trabajador profesional alienado
en su forma de entender los fenómenos mediado por la realidad segmentada en
esferas autónomas “genero”, “social”, “económica”, “política”, “psicológica”,
“cultural”, “ sexualidad”, “medicina”, etc., siendo en un momento “ el ser corpóreo
ético- moral reducido a un puro sujeto de conocimiento” (Benhabib 2006.234). El
objeto del conocimiento fue reducido a asuntos concernientes a hechos y a
relaciones de ideas “… es así en la búsqueda de la especialización del servicio
social es emprendida a partir de una perspectiva de pulverización y
segmentación de la realidad en “cuestiones sociales” y de una diversificación
compartimentada de estudios y respuestas a estos problemas “particulares”. Así
el conocimiento segmentado de la realidad condiciona la segmentación de las
respuestas y lleva a cambios parciales de la misma…” (Montaño 2000.14). “ Pero
comprender las situaciones familiares conflictivas supone salir de las imágenes
de “desviación” y “carencia” que se le atribuyen. Dichas percepciones no
habilitan, no permiten formas de enunciación novedosas, no generan
protagonismos” (Rodriguez.2006:17).
Esta perspectiva de “desviación” y
“carencia” se ha impregnado en las personas trans y en sus familias, porque no
se ven grandes manifestaciones para reivindicar sus derechos humanos a
educación y a un trabajo digno, ellas mismas y sus familiares se tratan como
“desviación”. Es ahí en donde han de intervenir trabajadores sociales para de
construir lo naturalizado. Es en el encuentro con investigadores, equipos multidisciplinarios,
en el intercambio es que se logra objetividad, es poniendo bajo critica
racional entre pares que se consolidan los paradigmas y se generan revoluciones
científicas, pero en un labor profesional alienado del trabajo social, es
imposible poner en práctica el encuentro, el cual esta mediado por la “… desprofesionalización
y proletarización…”(Krmpotic 2009.1) el incremento de la desigualdad social por
medio de la individualización y la fragmentación social que invalida las
estrategias: no permitiendo gestionar eficazmente los conflictos sociales
(Krmpotic 2009.1) “No podemos negar la trama colectiva, muchos programas en
nuestro país terminan operando con “individuos” antes que con actores
colectivos (familia o comunidad). Se desarticulan así las tramas colectivas, lo
cual se traduce luego en el sesgo focalizador de las políticas sociales. Se
habla de necesidades de la infancia y sus derechos, de los trabajadores y sus
derechos, de las mujeres y varones y sus derechos, pero no se piensa en
términos de derechos grupales o colectivos (Rodriguez.2006:17).
Dado que “En la ciencia social,
donde los objetos son estados mentales o condiciones en los que se incluyen
estados mentales, la posibilidad de confundir los estados mentales del
observador científico con los estados mentales de los sujetos observados”
(Giddens en Jeffrey 1990. 34) se lo puede controlar mediante la crítica
racional reciproca de científicos sociales de la comunidad científica,
cotejando que todo enunciado debe de ser susceptible de ser puesto a prueba.
Como no se pude ser objetivo en sí mismo se busca una subjetividad negociada
entre barios de la comunidad científica en donde es probado un enunciado
científico según el paradigma valido. Para Popper no existe la objetividad a lo
máximo que se puede aspirar es a una subjetividad negociada entre varios como
resultado de una crítica racional entre pares (Popper 1990).
Es nuestro deber ético ejercer una
crítica racional recíproca entre pares en la comunidad científica a modo de
poner a prueba los enunciados. De esta manera no se cae en un reduccionismo del
fenómeno, y es nuestro deber habilitarnos espacios para abordarlo desde la
sexualidad, “es básico articular aspectos éticos que remitan a una profunda
reflexión acerca de los alcances y límites de la gestión en esta materia. Ello
implica estar ubicado en un contexto ético individual, referido a una ética
personal y profesional de compromiso con la tarea, desde la que se respeten los
derechos de las personas a decidir libre y autónomamente, en base a una
información adecuada, veraz y oportuna” (Plan 2007 - 1.er año
“Taller de Educación de la Sexualidad y de los Jóvenes” 7).
Es abordando a la sexualidad y no al
género que se puede modificar las manifestaciones pluricotomicas normativas del
segundo. La sexualidad entendida como “una dimensión fundamental del hecho de
ser un ser humano: basado en el sexo, incluye al género, las identidades de
sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y el
amor, y la reproducción” (OPS, OMS, WAS 2000.4).
Todos poseemos identidad propia,
tanto como sujeto social, individual o colectivo, y es mediante la vinculación
afectiva que se genera, mantiene o se desactivan los vínculos con otros, porque
los seres humanos nos vinculamos gracias a los afectos provocados por los
otros. La identidad como construcción de sí mismo, construida en su intercambio,
en un sistema de relaciones sociales de las que es expresión, compartiendo y
haciendo historias, siendo (Favaro, 2008) “… la sexualidad el resultado de la
interacción de factores. Biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales,
éticos y religiosos y/o espirituales” (OPS, OMS, WAS 2000.4).
Escuela de
Fráncfort
Con su pensamiento crítico, la Escuela de Fráncfort, influenciado por Marx, Freud y Weber,
también trata extensivamente el tema de la alienación. 1
Marcuse
Herbert
Marcuse (1898-1979) se basa en la alienación causada por la tecnología, la
cultura de medios de comunicación y el consumismo masivo, mediante los cuales
el Estado capitalista consigue esclavizar a la sociedad. 11
Para Marcuse la existencia del
hombre es a la vez la alienación y el proceso por el cual el sujeto vuelve a sí
comprendiendo y dominando a la alienación. Marcuse plantea que es posible que
la represión y la alienación se extiendan indefinidamente o que surja un
contra-movimiento internacional que haga explotar esta sociedad. Para Marcuse
el hombre no está sometido a la alienación del trabajo sino a la alienación del
progreso de la técnica. Gracias a la técnica la sociedad tiende cada vez más a
la uniformidad de criterios y a pensamiento únicos totalitarios
La teoría marxista de la
alienación: .- En la filosofía marxista es la interpretación
ideológica del concepto psicológico y sociológico de alienación
considerando que el trabajador, desde el punto de vista capitalista, no es una
persona en sí misma, sino una mano de obra que puede representarse en su
equivalente económico: el trabajador es una determinada cantidad de dinero, utilizable,
como mano de obra, para la multiplicación del mismo.
Marx, quien fue fuertemente
influido por la filosofía hegeliana, toma el término y lo aplica al
materialismo; en concreto a la explotación del proletariado y a las relaciones
de propiedad privada. En su enfoque, denominó alienación
a las distorsiones que causaba la estructura de la sociedad capitalista en la naturaleza humana.
Aunque era el actor el que padecía la alienación en la sociedad capitalista,
Marx centró su análisis en las estructuras del capitalismo que causaban tal
alienación.
Actualmente, como la mayoría
de los conceptos filosóficos e instituciones sociales, la alienación -como
categoría analítica- se encuentra en una crisis teórica debido a las profundas
transformaciones sociales que han dado paso a la sociedad posmoderna. El
desarrollo de la sociedad ha complicado el análisis de los mecanismos sociales
de alienación dirigiéndolos hacia nuevas y más sutiles formas que precisan ser
estudiadas. Entre los autores inspirados por Marx, que efectúan ese análisis,
destaca, por ejemplo, Herbert Marcuse
La
alienación o contradicción
En su teoría de la
alienación, Karl Marx, el cual en distintas obras, sobre todo en sus Manuscritos
económico-filosóficos (1844), analizó con suma profundidad el problema de
la alienación, parte de que ésta caracteriza las contradicciones de un
determinado nivel de desarrollo de la sociedad. Relaciona la alienación con la
existencia de la propiedad privada y de la división antagónica del trabajo.
Entendida de este modo, la alienación abarca toda la actividad humana, pues
cada tipo de dicha actividad se convierte en monopolio de un grupo
aislado de personas, cuyo hacer es extraño a todos los demás miembros de la
sociedad. En sus obras clásicas de las décadas de 1850 y 1860, Marx sustituye
la categoría de alienación, que figuraba en sus primeros trabajos, por todo un
sistema de conceptos, entre los cuales la alienación también aparece como
característica concreta de las relaciones de producción del capitalismo.
COMPONENTES (de
la Teoría)
El concepto
marxista de alienación incluye cuatro componentes:
- En la
sociedad capitalista, los trabajadores están alienados de su actividad
productiva. Los trabajadores no trabajan para sí mismos, para satisfacer
sus propias necesidades, sino que trabajan para unos capitalistas que les
pagan un salario de subsistencia a cambio del derecho a utilizarlos en lo
que deseen. Trabajadores y capitalistas creen que el pago de un salario
significa que la actividad productiva pertenece al capitalista, por lo que
los trabajadores están alienados respecto a su actividad. Así, la
actividad productiva se reduce únicamente a ganar el suficiente dinero
para sobrevivir.
- Los
trabajadores están alienados no sólo respecto de las actividades
productivas, sino también del objeto de esas actividades: el producto (ya
que éste no pertenece a los trabajadores y no pueden utilizarlo para
satisfacer sus necesidades primarias). El producto, como el proceso de
producción, pertenece a los capitalistas, que pueden usarlo como deseen,
vendiéndolo generalmente para su beneficio. Así, los trabajadores no
tienen una percepción correcta de lo que producen, y menos aún en largas
cadenas de producción.
- En el
capitalismo los trabajadores están alienados de sus compañeros de trabajo.
El capitalismo destruye la cooperación natural, produciendo una sensación
de soledad.
Por otro lado, el capitalista enfrenta a los trabajadores entre sí para
detectar cuál de ellos produce más, trabaja más rápidamente y agrada más
al jefe, generando hostilidad entre los compañeros de trabajo.
- En la
sociedad capitalista los trabajadores están alienados de su propio potencial humano. Los
individuos cada vez se realizan menos como seres
humanos y quedan reducidos al papel de bestias de carga o máquinas
inhumanas. La conciencia se entumece, y el resultado es una masa de
personas incapaces de expresar sus capacidades específicamente humanas,
una masa de trabajadores alienados.
Críticas
La teoría
marxista de la alienación es atacada por los partidarios de la economía de mercado, generalmente bajo los
siguientes argumentos socioeconómicos: 1
- La necesidad de trabajar afecta a todos los seres
humanos como una condición del mundo, un fruto
de la escasez, y no una condición del capitalismo. Se busca primero
satisfacer la necesidad de supervivencia, luego el trabajo ha ido
sofisticándose, básicamente por la multiplicación de necesidades y la
intensificación de las relaciones humanas, origen del comercio.
- Es necesaria la acumulación de capital, como un
paso más en la sofisticación y multiplicación de las necesidades que por
su naturaleza no pueden satisfacerse produciendo bienes o servicios
simples, para afrontar procesos productivos más largos, y la división del trabajo dentro de esa misma
unidad de trabajo.
- El trabajo no es necesariamente un lugar de
recreo, antes al contrario; en principio sirve para ganar dinero que le
será útil al individuo para satisfacer otras necesidades, propias o
ajenas. No todos nos auto-realizamos con las mismas actividades, ni todos
nos auto-realizamos dentro del trabajo, porque el trabajo es un medio para
conseguir otros bienes.
Fetichismo
de la mercancía
El
fetichismo
de la mercancía
es un concepto creado por Karl Marx en su obra El Capital
que designa el fenómeno social/psicológico donde, en una sociedad productora de
mercancías,
éstas aparentan tener una voluntad independiente de sus productores, es decir,
fantasmagórica.[1]
El
resultado del fetichismo es la apariencia de una relación directa entre las
cosas y no entre las personas, lo cual significa que las cosas (en este caso,
las mercancías) asumirían el papel subjetivo que corresponde a las personas (en
este caso, los productores de mercancías).
En una sociedad productora de
mercancías y servicios, el intercambio de las mismas es la única manera en que los
diferentes productores aislados se relacionan entre sí. De esta manera, el valor de las mercancías es determinado de manera
independiente de los productores individuales, y cada productor debe producir
su mercancía en términos de la satisfacción de necesidades ajenas. De esto
resulta que la mercancía misma (o el mercado) parece
determinar la voluntad del productor y no al revés.
Marx afirma que el fetichismo de la
mercancía es algo intrínseco a las sociedades productoras de mercancías, ya que
en ellas el proceso de producción se autonomiza de la voluntad del ser humano.
El carácter
misterioso de la forma mercancía estriba, por tanto, pura y simplemente, en que
proyecta ante los hombres el carácter social del trabajo de éstos como si fuese
un carácter material de los propios productos de su trabajo, un don natural
social de estos objetos y como si, por tanto, la relación social que media
entre los productores y el trabajo colectivo de la sociedad fuese una relación
social establecida entre los mismos objetos, al margen de sus productores
Marx también argumenta que la economía política clásica no puede salir del
fetichismo de la mercancía, pues considera a la producción de mercancías como
un hecho natural y no como un modo de producción histórico y, por lo tanto,
transitorio. De este fetichismo que se da prácticamente en la producción y el
intercambio de mercancías viene la sobreestimación teórica del proceso de
intercambio sobre el proceso de producción. De ahí el culto al mercado de parte
de algunos economistas, que consideran a la oferta y la demanda como determinaciones fundamentales del
movimiento de la economía (ley de la oferta y la demanda).
Casos no
fetichistas de producción
Para
enfatizar el carácter específico del fetichismo a la sociedad productora de
mercancías, Marx da varios ejemplos de producción social no fetichistas.
Uno de ellos
es el de un náufrago en una isla, que debe repartir su tiempo entre los
distintos trabajos útiles necesarios para producir los distintos bienes de
subsistencia. Siendo el único productor y consumidor de estos bienes, claramente
estos no son mercancías, y el náufrago distribuirá su día de trabajo entre los
distintos trabajos útiles según lo vea necesario. El proceso de producción es
determinado racionalmente por el propio productor/consumidor.
Otro ejemplo
es el de los siervos de la Edad Media, signada por la dependencia personal.
Aquí el siervo trabaja para sí mismo y para su señor feudal siempre produciendo
bienes para el consumo directo, y no mercancías. "[L]as relaciones
sociales existentes entre las personas en sus trabajos se ponen de manifiesto
como sus propias relaciones personales y no aparecen disfrazadas de relaciones
sociales entre las cosas, entre los productos del trabajo."
Otro
ejemplo, que ya involucra el trabajo colectivo, es el de una familia patriarcal
rural. Aquí los distintos trabajos útiles se distribuyen entre los distintos
miembros de la familia. Pero los bienes producidos por esos trabajos útiles no
son mercancías, y por lo tanto los distintos trabajos útiles se enfrentan entre
sí como distintas funciones sociales de la
colectividad (en este caso, la familia).
Finalmente, Marx expone el caso de
una "asociación de hombres libres que trabajen con medios de producción
colectivos y empleen, conscientemente, sus muchas fuerzas de trabajo
individuales como una fuerza de trabajo social". En este caso,
tendríamos las mismas determinaciones del trabajo que en el caso del náufrago, "sólo
que de manera social, en vez de individual". Todos los productos de
esta asociación son sociales, de propiedad común, y por lo tanto no se
enfrentan entre sí como mercancías. Sin importar cómo se regule la distribución
del producto social entre los individuos que componen la asociación, "las
relaciones sociales de los hombres con sus trabajos y con los productos de
éstos, siguen siendo aquí diáfanamente sencillas, tanto en lo que respecta a la
producción como en lo que atañe a la distribución". Las relaciones
entre las personas son directas y claras, sin ser mediatizadas por las cosas.
Referencias
1.
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de alienación en la sociedad burguesa. http://www.frrg.utn.edu.ar/frrg/apuntes/cmasala/Alienaci%C3%B3n%20Ander-Egg.pdf.
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Referencias
(el Fetichismo de la Mercancía)
-_1_Karl Marx, El Capital,
tomo I, capítulo I, apartado 4: El carácter fetichista de la mercancía y
su secreto.
Bibliografía
- Diccionario soviético de filosofía. Ediciones
Pueblos Unidos, Montevideo,1965
- Diccionario de sociología Versión actualizada 1996, Paulinas.
- "Fronteras de la emancipación" (clases
sociales a debate) en Actuel Marx, Universidad ARCIS, Santiago de
Chile, 2004.
- Marx, Karl, "Manuscritos: Economía y
Filosofía" , Alianza Editorial, Madrid 1968, trad. e intr. Francisco
Rubio Llorente
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